miércoles, 24 de diciembre de 2014

Felicidad para todos

Ozaeta | 2011
Fechas emotivas, días de encuentro, de buenos deseos. El ambiente de la calle huele a Navidad. Sí, un año más celebramos la Navidad. Cada vez hay más gente que no le gustan estas fechas. La verdad es que yo lo supe cuando empecé, hace ya muchos años, a ejercer profesionalmente. Lo que nunca pude imaginar es que alguien tuviera miedo a las fechas y se sintiera tan obligado a celebrarlo que solicitara terapia la mañana de la Nochebuena -para aguantar la noche-, decía. Al profundizar en las vidas y sus sufrimientos comprendes la situación. Te duele mucho. Pero lo entiendes.

Por eso quiero felicitar de todo corazón a esas personas que me abren su alma cada día y ante las cuales me quito el sombrero. Cierto que estas fechas son emotivas y mueven mucho y cuando el alma está herida no puede - o cree no poder - con el ambiente navideño. Pero poco a poco vamos comprendiendo que la vida está hecha así: de luces y sombras. No podemos huir ni evadirnos de la realidad. Lo que sí podemos es encontrar sentido a todo lo que nos acontece y construirnos más fuertemente desde lo menos bueno.

Porque me muevo entre el dolor y el sufrimiento, creo más en la felicidad y en la dicha. Y vuelvo a repetir lo dicho en anteriores escritos: no nos inventamos un deseo de vida como un quimera ilusa en la que creer, ...no!. Es la verdad de la vida la que me muestra la realidad. Hay algo que está más allá del sufrimiento y que pertenece a nuestra condición humana: la vida que desea ser vivida. Y - sí, amigos - eso es Navidad.

Tengo que decir que a mi la Navidad me gusta y aunque no siempre tengo el tiempo necesario intento vivirla con gusto y consciencia. Me gusta vivirla serena, tranquila, sin prisa. Pero estos dos últimos años han recobrado un sentido mayor porque tengo una hija, la mayor, en la otra parte del mundo y, ...como el anuncio de la Navidad, vuelve a casa. Es maravilloso ese reencuentro en el aeropuerto. Para ella también la Navidad ha recobrado mayor sentido porque, como suele ocurrir fuera de tu hogar y ciudad, se ven las cosas diferentes y se valoran mucho más.

Mi hija mayor es muy valiente. Es joven para la apuesta que ha hecho y aunque tiene todo nuestro apoyo es ella la que está dando frente y muy duramente. Es una muchacha excelente. Toda una personita preciosa. Gracias hija por ser como eres y por toda la felicidad que nos das. Mi hija es soprano y estas Navidades tendré el priviligeo de oir  en directo un Noche de Paz precioso. Así que Feliz Navidad a mi querida familia: Basi, Noe, Mei, Panchi, Enrique.

Pero no puedo dejar de felicitar a mis alumnos de la facultad: sois una clase estupenda. Disfruto con vosotros. Sois inteligentes, responsables, con gran motivación etc... Os felicito a todos con gran alegria y felicidad. Nuestras clases se deberían colgar en internet - ja,ja,ja - para que el mundo viera lo maravillosos que sois. Y que vieran cómo se aprende y se entra en éxtasis. Os agradezco lo fácil que me lo hacéis. Cómo escucháis, cómo intervenís. Cuando os hago pensar y respondéis brillantemente y me levanto y os planto un beso. O cuando, sin interrumpir la clase, ponéis sigilosamente el café y no se interrumpe. O cuando llega la hora de acabar y nadie tiene prisa por irse. La gran motivación que ponéis en los trabajos personales. Los grandes silencios cuando digo hago que os llega. Sí, sois una clase excelente y sólo puedo deciros gracias y Feliz Navidad: Rafael, José Ramón, Juan Carlos, Juan Carlos (galleguiño), Mertxe, Susana, Ajaz, Hector, Thimoty, Abdul y Fany.

No me olvido de ti, mi querido Dioni. Me hizo tanta ilusión que me encontraras en la red que muy pero que muy a menudo me acuerdo de ti. Todo lo mejor para ti y los tuyos Dioni y por supuesto un beso grande.

Y al mundo entero deciros que todo lo que necesitamos está dentro de uno mismo. Cierto que hay muchas cosas que no dependen de nosotros pero lo que necesitamos está dentro de uno mismo y sólo tenemos que poner manos a la obra. No nos quedemos anclados mirando lo que perdimos, lo que nos hicieron, lo que desearía, lo poco que tenemos, lo que nos robaron, lo mal que hice, la injusticia que me hicieron, el desamor que padecí, la mentira en la que me envolvieron, ... Fuera de todo eso. Tomemos lo que tenemos y somos y empezemos a construir sin mirar atrás y sin regodearnos en la lamentación y el victimismo.

Y, amigos, si además creéis en Dios, ya es la leche. Lo que se vive y se recibe desde la bien fundamentada y vivida es simplemente misterio, no se puede explicar, la palabra se queda corta. Y, estando en Navidad: te invito a creer.

Felicidad Navidad al mundo entero.

martes, 16 de diciembre de 2014

Próxima estación esperanza

Laguna Negra | Soria, dic14
Para que la esperanza no se queda en una mera quimera, ni en un concepto al que apelamos cuando no nos queda mas remedio.

Reflexionemos en cómo fomentar esta realidad inherente a la persona, llamada esperanza. En un escrito anterior hablé de la necesidad de no callar, de no caer en la resignación porque ésta siempre tiene un carácter pasivo.

De la resignación nunca sale nada positivo. con la resignación no hay cambio.

 Por eso fomentemos:
  • Mayor actitud de presencia viva ante todo aquello que nos deshumaniza, nos aliena, nos desvitaliza, frente al abuso, la corrupción, la manipulación.
  • Fundamentemos la vida propia en criterios sólidos, valores, certezas propias, verdades vividas.
  • Hagamos frente a la adversidad con fuerza y contundencia. No hay lugar para el miedo porque no le dejamos entrar.
  • Cuando estemos sumergidos en situaciones no deseadas y que amenacen nuestra dignidad y nuestro derecho a la vida no tengamos inconveniente en pedir ayuda. Pedirla es la primera forma de lucha y no es pedir caridad, que si fuera necesario también ¿por qué no? pero primero es justicia, es derecho humano. Aquí, me estoy refiriendo a los más de 2 millones de parados. A familias que injustamente han pasado a ser personas que no pueden mantenerse por sí mismas. Yo siempre he dicho: "Igual que doy tengo que ser capaz de pedir cuando lo necesite, porque cuando doy no lo hago por caridad sino por justicia".
  • Esto mismo es aplicable a cualquier dimensión de nuestra persona. Por circustancias diversas a veces entramos en estados de desesperación, angustia, tristeza, falta de motivación etc...., y que sólos no podemos salir adelante. Busquemos ayuda. La vida me ha enseñado que siempre hay alguien bueno.
  • Cultivemos la paciencia, la espera, porque es verdad que la vida siempre empuja porque quiere ser vivida.
  • Oxigenemos la mente: salir a pasear respirando el aire freso, respirar profundamente consciente del bien que nos hace, vale más que una pastilla. Es la mejor medicina. Una mente oxigenada percibe la realidad de forma más objetiva y positiva.
  • Fomentemos la afectividad, la ternura, el cariño. ¿Quien no ha experimentado el bien que hace esa caricia oportuna, esa palabra justa en el momento, esa mirada que te habla y se hace cómplice contigo. Esa escucha amorosa, hecha con verdad. Todo esto es sanador y esperanzador.
  • Cultiva el sentido del humor, ayuda a relativizar y pon distancia emocional con el dolor y la frustración. Quita la careta de la seriedad y pon la cara sonriente.
  • Reconciliate con tu historia y con la vida. Vive en paz.
  • Busca tu equilibrio. Haz la sintesis de los contrarios. La vida está hecha de contrarios. Bueno-malo, positivo-negativo etc... hay que vivir en la sintesis de los contrarios.

Y sobre todo cuando todo lo veas oscuro y creas que todo se ha perdido no olvides mirar al sol y coger un trozo del mismo. Verás el resultado. Te sorprenderá el efecto que tiene. 

PD. Gracias a Manu Chao por el albúm "Próxima Estación Esperanza", que da título a este post.