lunes, 31 de agosto de 2020

Mi hortelano. Mi novio

En primer lugar pido disculpas a todos los que me seguís y me enviáis mensajes  de que escriba, que no lo deje. Sí, llevo muchos meses sin poder poner una sola nota y lo siento.

Que no suene a justificación por favor. Pero todos estos meses han sido muy muy intensos. La pandemia nos ha traído mucho dolor, muchos dramas y sigue ahí.

Pero hoy quiero especialmente abrir de nuevo el blog dedicándoselo a mi querido HORTELANO, mi novio (entenderéis enseguida lo que quiero decir con mi novio, no se tome literalmente, pues es mucho más bonito).

La muerte llamó a la puerta y entró en una familia a la que yo amo profundamente. Primero se nos va, Joxeba, mi yogurcito. Muy duro. Hace exactamente un año que le diagnosticaron un tumor y justo al año, fallece. Siempre es duro que se nos vaya alguien que amamos, aunque todos sabemos que la muerte forma parte de la vida, pero el corazón se resiste a soltar a quien amamos y como dice Rosa Montero en su libro no nos entra esa idea tan ridícula de no volverte  ver.

Pero todos los corazones no son lo mismo. Hay quien ama tanto que su corazón no aguanta. ¿Realmente se puede morir de amor?. No, no mata el amor, matan otras cosas. Pero a veces, la pena, la tensión, el agotamiento, el sinsentido, el peso de la vida, el impacto emocional, el debilitamiento de los años y un gran etc... hacen que un corazón cansado, tocado, débil por del devenir de la vida, diga basta. Y es que la vida no perdona, no respeta situaciones, edades etc... la vida no pregunta si te viene mal o bien, si podrás aguantar o no si lo quieres o no lo quieres. La vida acontece y sigue su curso ajena a lo que deseas y esperas. Unas veces te sorprende positivamente y parece que te regala todo lo bueno y otras te sacude sin piedad.

Mi hortelano, mi novio fue enterrado este sábado día 29 de Agosto, pero es que el lunes 24 fue su hijo Joxeba. El hortelano, hombre de 86 años, lúcido y despierto como el búho se disponía a coger una azada para iniciar el hueco donde se enterrarían las cenizas de su hijo que precisamente sería el sábado con una pequeña reunión familiar. Él, hombre creativo, dispuso todo, el árbol, la rosa que iría enroscada en el árbol,.... y es allí, donde tenía que ser, el hortelano cae desplomado, ... fulminantemente!.

En el funeral de su hijo estuvo como un campeón, lo que él era. Ninguna otra adversidad de la vida pudo con él y creedme que tuvo muy gordas. Tendría que ser así, seguro que sí. Pero cuesta aceptarlo.

Cuesta asumir dos pérdidas tan importantes a la vez. En cinco días enterramos a los dos. Cuesta esa ridícula idea de no volverlos a ver.

Habrá miles de personas que han vivido esta situación y seguramente otras mucho más injustas a nuestro entender.

Hoy quiero rendir este homenaje al hortelano. Dedicado a todos los que sabéis de lo que hablo porque lo habéis padecido.

El hortelano, nunca perdió el humor, ni siquiera en el dolor. lo último que me dijo al despedirme en el funeral de su hijo fue: desde que no te mando tomates ya no me haces caso.... no te olvides de venir a visitarnos porque así lo nuestro no tiene futuro. Su despedida quiso ser como siempre; con su tono inteligente humorístico, con su rapidez de respuesta. Tenía la inteligencia del que no ha estudiado pero que sabe más que nadie. A través de la contemplación  de la naturaleza deducía e intuía el misterio de la vida. Si llegáramos a comprender todas las preguntas que nos hacemos acerca de ser y existir nos volveríamos locos, decía mi hortelano. Detrás de todo lo que observamos hay mucho misterio, el hombre no puede con ello. La vida  es una constante novedad.

Querido Hortelano: no me hago a la  idea de no volverte ver pero lo que sí sé es que no te olvidaré y así de alguna manera sé que sigues viviendo.

Descansa en paz junto a tu querido hijo que tampoco olvidaremos. Y créeme, lo nuestro tiene mucho futuro porque seguiré amándote y amando a los tuyos.

Fdo:

La guapa de Vitoria (así me llamas y me seguirás llamando, y me cuidaré muy mucho de seguir siendo guapa para ti)

domingo, 23 de junio de 2019

En vaciones no hay deberes, pero si obligaciones

Madrid | 2019
He impartido un un par de conferencias en un colegio de Madrid a jóvenes de 17 años. El equipo formativo consideró que era necesario formar en educación afectiva-sexual a estos jóvenes. He dicho bien, ayudar a formar, no una mera información de la anatomía, biología y sexualidad. La verdad es que resultó todo un gran éxito.

El título de las conferencias: la afectividad sexualidad en la personalidad triunfante.

Tengo que felicitar, primero a esos jóvenes, a los profesores y educadores y a los padres, porque he dado muchas conferencias de este tipo pero pocas veces me he encontrado con un grupo tan estupendo. Llevaba un poco de miedo porque el número era elevado (80 jóvenes), temía que no fuera fácil manejar un número así en un tema delicado. Pero se manifestaron muy interesados, muy atentos, muy participativos y se abrieron sin miedo al diálogo. Hicieron unas manifestaciones públicas muy interesantes, sus dudas, temores y un sinfín de cuestiones. Un grupo profundo, abierto e interesado.

Ahora llegan las vacaciones. Y se acabó la tensión del tengo que estudiar, tengo deberes, tengo exámenes. Hay quien cree que las vacaciones es para estar tirado a la bartola y no hacer nada. Tirar de la video-consola y demás" aparatitos", dormir hasta que nos dé la gana y poco más. De vez en cuando un día perezoso, sin hacer nada más que a lo que uno le apetece no está del todo mal. Pero lo he dicho bien, de vez en cuando.

Que las vacaciones sea tiempo de descanso no significa que no haya que hacer nada. Tenemos la obligación de no dejar pasar la vida, de vivir la vida cómo esta demanda y se merece. Por tanto:
  • Tenemos la obligación de no perdernos la ocasión de una bella puesta de sol o ver un bonito amanecer.
  • Que no pase el verano sin hacer experiencias propias, diferentes, tales como un campo de trabajo, un campamento con objetivos. Experiencias de encuentro.
  • Es obligatorio dedicar tiempo distendido a conversar con los amigos y con la familia, presentando facetas de nosotros mismos que no han conocido.
  • A ser posible, hacer una o dos amistades nuevas. Dedica tiempo a los demás, compartir tu tiempo gratuitamente.
  • Si vamos de vacaciones al extranjero interesarnos por la cultura y forma de vida, ver las diferencias y aprender también de ellas.
  • No puede pasar el verano sin que escuchemos una bonita música y sin leer ese libro pendiente o no pendiente. Hacernos de una buena lectura.
  • La naturaleza te espera. Mírala y coge su energía, te hará falta para el resto del año, contempla los árboles y mira como se ayudan entre ellos. Los grandes mandan su alimento a los más débiles. Los árboles se comunican y se preocupan los unos de los otros. Contempla y deduce cómo lo hacen. Te daré una pista: cuando veas las ramas de dos árboles que se tocan y forman una arco estando en lados diferentes del camino, no es por la orientación del viento ni demás. Se comunican para ayudarse.
  • Aprovecha a desarrollar una actividad que llevas tiempo deseando hacer y no has podido: Ese curso de pintura, practicar ese deporte que te gustaría, etc.... Innova cosas, saca la creatividad, aprende algo nuevo. Todo esto descansa y relaja. Te dará mucha fuerza y energía y estarás contento
  • Y sobre todo no se te olvide reírte, y reírte mucho. La risa es un gran antídoto para todo, para saber relativizar, para no dramatizar, para superar el mal humor, Porque mientras te ries evitas el aburrimiento que es el peor de los males.

Y si, te puedes permitir haciendo uso consciente de tu libertad optar por un día sin planes y hacer lo que te de la real gana; es decir: nada

jueves, 18 de abril de 2019

El mundo llora la tragedia de Notre Dame

#NotreDame
No damos crédito a la noticia: "Notre Dame está ardiendo".

Llorábamos frente al televisor. Los que hemos pasado por la catedral sabemos la belleza emblemática que encerraba, así como su valor histórico, cultural, artístico y económico.

Visitar Notre Dame era sintonizar con las mismas vivencias y sentimientos que indujeron a esos hombres que no sabían leer ni escribir a dejar constancia de los grandes misterios. Es por lo que el mundo reacciona y llora y colabora para su reconstrucción. Apenas transcurrió, empezaron los donativos millonarios. Louis Vuitton, empresarios ricos franceses, donativos de gente sencilla. En poco tiempo, si no recuerdo mal, se anunciaba una cantidad de unos 800.000 euros. Perfecto, y acaba de comenzar. Se desea levantar de nuevo y pronto Notre Dame.

Me hubiera gustado oír que las mismas cantidades se han donado para acabar con el dolor y el sufrimiento del mundo, sufrimiento injusto, víctimas inocentes. Desde que tengo uso de razón estoy oyendo la necesidad de acabar con el hambre del mundo. Cada vez hay más ONG que trabajan y trabajan pero el problema sigue y cada vez más.

Me gustaría que el mundo se pusiera en pie y clamara por acabar con este sufrimiento. Pero no, el mundo se ha adaptado a verlo diariamente y parece que reaccionamos muy poco y mal. Me pregunto si no nos hemos acostumbrado a ello. A lo mejor (o a lo peor) es que no interesa acabar con ello. Me decanto por esta idea. No interesa porque se necesita pobreza para justificar la riqueza.

Lo siento mucho, pero no puedo justificar semejante atrocidad. Siento y lamento la pérdida de Notre Dame pero mucho más siento el sufrimiento injusto del mundo, muertes diarias por hambre, por enfermedades no tratadas, por búsqueda de una vida justa y mejor.

Si hay dinero para reconstruir Notre Dame tiene que haberlo para dar justicia al pobre. Y, si me apuran y tengo que elegir, elijo la vida de personas por encima de una catedral por mucho valor que tenga. El valor de la vida humana está por encima de cualquier obra de arte, porque cada ser humano es una auténtica obra de arte.

Rebâtir Notre Dame a du sens seulement si on est capables de donner la priorité à la douleur et la souffrance de personnes innocentes.


lunes, 18 de febrero de 2019

Hacer de la caída, vuelo

no name | no place
Aunque siempre deseemos una vida lineal, fácil, cómoda, sin problema; la total felicidad, eso es imposible. Es más, sería una vida demasiado rutinaria, vida sin encanto. Una vida demasiado fácil e igual nos lleva al equívoco. Si bien, es cierto, que hay personas que son muy felices en su rutina y no quieren salir de ella aunque ésta sea muy reducida y simple.

La vida no puede ser lineal y siempre fácil.Tampoco hay que atraer los problemas. Hay personas que no saben disfrutar de las buenas rachas porque están expectantes de que pronto llegará la disarmonía con algún problema. Tampoco es eso.

Se trata de vivir y de vivir profundamente y plenamente. La vida trae y lleva, no siempre podemos controlarlo todo. Somos muy capaces de conseguir que nos pasen cosas buenas. Pero la vida también se encarga de traer lo que no gusta muy a pesar de nosotros. Lo preocupante es que nos pille sin preparación.

Este es el caso de un paciente que en su día acudió a mi consulta con una gran depresión. Había adelgazado 15 Kg por el sufrimiento. No dormía, no tenía ninguna ilusión, todo lo que antes tenía sentido dejó de tenerlo. ¿Qué le había pasado?. Esta persona, en sus 62 años, jamás había estado enferma, ni siquiera por lo que todos los mortales tenemos, una gripe, una fiebre. Estaba tan acostumbrado a vivir sano que se le olvidó que algún día tendría algo. Esto sucedió tal que, llevando una vida muy sana, un día al caminar su paseo rutinario constató que se cansaba más de lo normal. Acudió al médico y efectivamente le diagnosticaron un problema leve de corazón. No obstante, fue tal el impacto que se sumió en una depresión aguda. Salió adelante después de hacer una terapia, no excesivamente larga, donde pudo aceptar que lo anormal había sido no tener nunca nada. Que su naturaleza humana era un lujo era evidente, pero eso no significaba que iba a ser inmortal. Nunca más ha tenido depresión después de este trabajo reflexivo y profundo. Y, por supuesto, ha vuelto a tener contrariedades físicas que ha afrontado normalmente. Hoy está adentrado en edad y es feliz.

Los psicólogos estamos habituados a ver los efectos de la enfermedad en la persona. El deterioro, la inseguridad, la alteración somática, la angustia, el miedo. Todos estos síntomas no son inocuos. A menudo la persona verbaliza que no se reconoce. Y se siente el profundo miedo de no volver a ser. Los efectos de la enfermedad son devastadores.

Pero no puedo explicar con palabras lo que un terapeuta experimenta cuando lucha codo a codo con el paciente por vencer la enfermedad. Y es aquí cuando se constata la grandeza de nuestras posibilidades. Esa capacidad de lucha y de renacer como el ave Fénix. A esta capacidad se le llama resiliencia. Este concepto fue puesto en boga por el médico francés Boris Cyrulnik, quién consiguió eludir la barbarie nazi tras duros acontecimientos vitales. Esta experiencia le motivó a tomar la decisión de ser médico y contar su historia para ayudar a otros.

Es curioso que casi todos los médicos o psiquiatras que hablan de estas realidades, han estado en situaciones muy límites de sufrimiento y se han recuperado y posteriormente han hecho mucho bien a la humanidad. Es el caso de Victor Frankl. En su libro "la búsqueda de sentido" deja claro todo lo que pasó en el campo de concentración y cómo decidió vivir, porque aquel sufrimiento tenía que servir para algo. De ahí su famosa frase: "cuando hay un porqué se soporta el cómo".

En definitiva esto es lo que implica "hacer de la caída, vuelo". Caer no es estrellarse sin poderse levantar. El hombre puede caer muchas veces pero también puede aprovechar su caída para hacer un vuelo más libre, más fuerte y más grande.

Vivir no significa no caer, sobre todo es levantarse. Sólo necesitamos creer que es posible.


viernes, 14 de diciembre de 2018

Espero en 2019

Peine del Viento | Donostia, Basque Country

  • Espero escuchar la vida con todas sus contrariedades porque la vida empuja por ser vivida a pesar de que en ocasiones ponemos resistencias.
  • Espero eliminar de mi vocabulario la palabra "fracaso" porque en verdad el fracaso no existe. Lo que sí existe es el error, la equivocación, el fallo, y también de ellos se aprende.
  • Espero seguir creciendo, madurando y conquistando las metas y sueños aunque tenga que llegar a gatas.
  • Espero no renunciar nunca al deseo de soñar porque pertenece al derecho más grande que poseo: mi libertad de ser.
  • Espero no dar la espalda al sufrimiento del otro porque tengo muy presente que yo también he sufrido.
  • Espero aprender día a día a comprender y aceptar porque es la base del entendimiento y armonía.
  • Espero mirar al pasado con paz y reconciliación, saborear mi presente y proyectar esperanza en el futuro.
  • Espero no dejar de luchar por la justicia, la verdad, la solidaridad y la equidad porque soy muy consciente de que el agua que cae del cielo es para todos.

Y sobre todo espero ser feliz y para ello pondré "una copita de poesía a la vida"